miércoles, 25 de abril de 2012

El Principito



            En el castillo de Madrid, había un joven un poco travieso, era hijo del rey y era llamado Principito.
Un día en el castillo, se hacía una exposición de un cuadro muy valioso para la historia de Madrid, había mucha gente dispuesta a ver la gran obra de arte, pero como Principito siempre hace de las suyas, entró en la sala haciendo toques con un balón de fútbol, entonces el balón se le fue y con la mala suerte de que fue a parar al magnífico cuadro y resulto dañado.
Como ya estaba harto de que la gente le dijera que no servía para nada más que para estropear las cosas, se dispuso a hacer su propio cuadro, se inspiró en la historia de una boa tragándose a un elefante.
Al terminarlo, lo hizo público, pero resultó que nadie lo entendió y entonces tuvo que explicar a que se dirigía el cuadro. La multitud, al ver el gran esfuerzo que había hecho el Principito le aplaudió y todo el mundo paró de decir que no servía para nada.